LA OTRA CARA DEL ESTUDIANTE

De camino al trabajo. Marcha ilusionada envuelta en sueños que tal vez, jamás vea cumplidos. ¡Ahora lo sabe! No llega a fin de mes, son muchos gastos y alguna deuda pendiente. Los pies pesados caminan en dirección a la supervivencia, mientras, minutos antes abandonaba sobre el escritorio los apuntes de su próximo examen. Aún le queda un gran sueño por el que luchar; sueño errante lleno de desilusión e incertidumbre, dudas y malos ratos para conseguir ¿Quién sabe? Es difícil saberlo en estos días. ¿Cuántos puestos de trabajo soñados por estudiantes, jamás llegan a ocuparse?

Se acabo el romanticismo. Está jodida, muy jodida. Fue a informarse sobre la beca del ministerio de educación para estudiantes universitarios. La señora que la atendió no tenia ni puta idea. La informó equivocadamente esta mujer entrada en los cincuenta. Ella se preguntaba que porque cojones esta tía estaba ocupando un puesto de trabajo donde la incompetencia era lo único que brillaba. Bueno, su pelo cano de peluquería diaria también lo hacía, sus labios llenos de carmín y su cara espolvoreada. Quizá fuera el asentamiento institucional, o tal vez, como normalmente pasa en este país, si uno tiene padrino se casa. La verdad es que hay personas mucho mejor cualificadas para estos puestos de trabajo. Se decía para si misma después de que su beca llegara denegada. Hay que reclamar, al menos, para retrasar el pago e ir consiguiendo el dinero.

Desesperación, amargura, un barco que se hunde con tan solo un pasajero. Pensamientos estancados que no ven la solución. Lágrimas, gritos.

Pero esto no es todo. En su trabajo, por supuesto mal remunerado tiene objetivos que cumplir. Todo esto decorado con una palabra muy bonita que supuestamente es para el beneficio del trabajador. COMISIONES. Bien, pues hay un mínimo de dinero que tiene que conseguir a través de sus ventas en el departamento de ……… del Corte ....A....ngles. Si no llega a cumplir ese mínimo establecido, como bien sabido es, no obtendrá las comisiones. Hasta aquí todo es normal, como en cualquier empresa. Lo asombroso, injusto y despreciable es que en esta empresa, si no se llega al mínimo establecido de comisiones, la diferencia que existe entre este mínimo y el dinero conseguido por la trabajadora, tendrá que ser abonado por el trabajador cuando cumpla su contrato o si en los meses siguientes consigue las comisiones, se lo irán descontando de éstas.

La ilegalidad aflora desde cualquier sitio, y sobre todo desde las grandes empresas. Mientras el señor del sindicato se acerca sonriente cada día para pedirle que se afilie bajo un pago mensual de cinco euros, y en lo único que puede pensar ella es como va a pagar la matricula de la universidad.

¿Es para estar Jodido o no?